TODO ES ACTITUD
Columna publicada en La Vanguardia, 26 agosto 2016
Viernes, 26 de agosto. Algunos nos incorporamos de nuevo al trabajo, otros lo harán en breve… pero todos seguiremos haciendo mil peripecias para conciliar trabajo, familia y espacio personal durante el resto del año.
En los próximos días volveremos a hablar de “depresión post vacacional” porque vivimos en una sociedad que tiende a etiquetarlo todo, pero solo de nosotros depende cómo vivamos este retorno. Es simplemente una cuestión de actitud.
Es más, podemos hacer que estas vacaciones no sean solo un mero paréntesis en una vida estresante o infeliz. Vuelta a la rutina, es lo que hay, se acabo lo bueno…. son expresiones que pronunciamos a la ligera sin ser conscientes del efecto que producen en nuestras emociones. Las personas nos sentimos como pensamos y la mente puede ser nuestra principal aliada, pero también nuestra mayor rival. Siempre pensamos que el causante de nuestro malestar está fuera, culpamos a nuestro entorno eludiendo nuestra propia responsabilidad.
¿Vivimos la vida que realmente queremos o simplemente la que otros deciden? Si somos infelices ¿hasta cuando estamos dispuestos a resignarnos sin hacer nada para cambiar?
Estos días he disfrutado leyendo al maestro vietnamita Thich Nhat Hanh, líder espiritual, poeta y activista por la paz que ha dado un giro a la meditación a través del Mindfulness.
Thich Nhat Hanh sostiene que vivimos atormentados por el pasado, tememos al futuro y nos perdemos el presente. Gran verdad, lo único que tenemos en esta vida es el momento presente. ¿Y qué hacemos con él? ¿Saboreamos suficientemente las pequeñas cosas que nos ofrece a cada momento la vida?
Dice también que es necesario “apagar la radio interior, detener el diálogo interno” porqué siempre estamos “rumiando”, comiendo y masticando continuamente nuestro sufrimiento y preocupación.
Y tiene toda la razón, cuando conectamos realmente con el presente sentimos alegría y bienestar. Cuando aceptamos lo que “es” nos respetamos a nosotros mismos y a los demás, vivimos en paz. Una paz que podemos conseguir sintiendo más que pensando. Siendo mas que haciendo.
Estar presentes nos permite ver las cosas de una forma más objetiva y esto nos ayuda a tomar las mejores decisiones en nuestro día a día.
Por otro lado, Viktor Frankl neurólogo y psiquiatra austriaco que vivió el horror de campos de concentración nazis y escribió El hombre en busca de sentido, concluye:
“Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento.”
Y esta es, desgraciadamente, la única libertad que tienen actualmente las personas que sufren el horror de la guerra, el azote del terrorismo o la invisibilidad por parte de los gobiernos de sus países.
Dicen los sabios que entre todos somos capaces de generar un cambio de paradigma, que una actitud serena resulta sanadora y que se contagia al resto de la sociedad…espero y deseo que muy pronto llegue esta gran epidemia y nos traiga un mundo más justo y una vida más plena.
¡Feliz vuelta a casa a todos!