SHINRIN YOKU. LOS BAÑOS DE BOSQUE QUE LLEGAN DEL JAPÓN
Repetimos y repetimos la misma cantinela: nos estamos apartando de la Naturaleza y eso puede abocarnos a la destrucción. Saberlo y decirlo no va a modificar ese triste destino. Solo a través de un cambio de actitud podremos conseguirlo. Cambio que puede producirse en dos niveles: a gran escala y de forma individual. El primero depende de las políticas medioambientales que, por desgracia, no logran sus objetivos con la eficacia que sería necesaria. Sin embargo, y a pesar de los intereses creados que los dificultan, se están dando pasos en esa dirección.
El segundo nivel es cosa nuestra. Somos nosotros, uno a uno o en pequeños grupos, los que podemos concienciarnos de la importancia de reencontrarnos con la Naturaleza. Protegiéndola de nuestros malos hábitos (contaminación y explotación indiscriminada) y volviendo a encontrar en ella las claves de nuestro bienestar. A pesar de nuestro comportamiento insensato, la Naturaleza sigue ofreciéndonos generosamente sus remedios y bondades. Los bosques son un ejemplo de ello y de eso nos hablan los libros que os traigo en este post.
Para entrar en materia debo explicaros brevemente qué es el shinrin-yoku, un concepto terapéutico de origen japonés. Vamos a comprobar que aquello de “piensa en verde” se convertirá en mucho más que un slogan publicitario. Aunque llega del Imperio del Sol Naciente, no imaginemos que el shinrin-yoku, baño de bosque en castellano, sea una tradición muy antigua. Fue en 1982 cuando la Agencia Forestal Nacional del Japón comenzó a difundir su práctica. Años más tarde, el gobierno realizó una subvención millonaria para que investigadores confirmaran qué tipo de beneficios aportaba el shinrin-yoku a nuestro organismo y estructuras mentales.
Hace poco más de un año, el mercado editorial experimentaba un reverdecer insólito gracias al libro Shinrin Yoku. El poder del bosque (publicado en España por Roca Editorial). Las investigaciones de su autor, el doctor Qing Li, inmunólogo y director de la Sociedad Japonesa de Medicina Forestal, divulgaban la teoría de que pasar tiempo alrededor de los árboles (incluso llenar el hogar con plantas domésticas y vaporizar aceites esenciales) puede reducir la presión arterial y el estrés, aumentar la energía, estimular el sistema inmunológico, ¡¡incluso ayudarnos a perder peso!! El libro, que ha causado furor en todo el mundo, relata los años de investigación pionera del doctor argumentando con muchas anécdotas el poder de los árboles para transformar nuestras vidas. Con su lectura descubriremos cosas como que la práctica del shinrin-yoku potencia el sistema inmunitario porque aumenta el número de las células NK (glóbulos blancos llamados células asesinas que atacan las células cancerígenas) o que los árboles trasmiten defensas naturales a través de las fitoncidas, sustancias que segregan para protegerse de insectos, hongos y bacterias.
Como no podía ser de otro modo, han proliferado los estudios y los centros dedicados a esta “novedad”. Os destacaré dos por su especial interés: el de la periodista holandesa Annette Lavrijsen, Shinrin Yoku. Sumergirse en el bosque (Lince ediciones, 2018) que no solo cuenta la historia de esta forma de ecoterapia sino que constituye una auténtica guía de ejercicios, consejos y trucos para aprovecharla al máximo. Porque no debemos contentarnos con llegar a cualquier zona con vegetación y pasear cinco minutos entre las plantas pensando en la próxima actividad. Sin una práctica consciente que inunde todos nuestros sentidos de esencia de bosque no servirá de nada que nos dé abrazar cualquier tronco cercano.
El segundo título que me interesa señalaros es Shinrin Yoku. El arte japonés de los baños de bosque de Héctor García y Francesc Miralles (ed. Planeta, 2018). No puedo negaros el agrado con el que leo y escucho las enseñanzas de ambos escritores, en especial, las de Francesc Miralles, viejo conocido con el que cada día comparto más inquietudes y puntos de vista sobre el cuidado de nuestra salud mental y corporal.
Todo el libro es un ameno despliegue de información sobre el shinrin-yoku pero también una antología de reflexiones sobre muchos conceptos afines. Las bases científicas de la terapia, su relación con la filosofía y religiones orientales, los beneficios sensoriales unidos a una cultura de la belleza natural. Poco a poco, no solo iremos descubriendo las claves de este método de sanación y relajación sino las pautas para que lo asimilemos en nuestra vida diaria. Desde el conocimiento y el entusiasmo por el tema, García y Miralles nos traen la experiencia de una conexión profunda con la Naturaleza y al leerles nos encontramos dando el primer paso: meditando sobre ello y pensando en nuestro próximo día libre para salir al campo y darnos un baño verde.
Como explican los autores en el prólogo, la semilla de su libro se encuentra en los bosques de Hanoke, cercanos al mítico monte Fuji. También en eso coincidimos. Yo tuve la suerte de pasear por el mismo maravilloso lugar de Japón y, aunque, en aquellos días no tenía conocimiento del shinrin-yoku recuerdo cómo me llené de paz con la contemplación tanta belleza.
Ansiedad, angustia, insomnio, astenia, pesimismo, depresión, hipertensión, arritmias, asma, alergias,... los urbanitas padecemos “trastorno por déficit de naturaleza” que se manifiesta en todas esas enfermedades y crisis. Pero tranquilos, que los árboles te dejan ver el bosque, esta vez sí. Los árboles, el árbol de tu vida debería ser un seguro inmunológico para tu salud y tu talismán para la serenidad. ¿Recuerdas lo que dibujabas de pequeño en el cole? Los miembros de tu familia, tu perro, una casita y… un árbol. Estamos a tiempo de recuperarlo.